Tuesday, August 19, 2003

American Splendor:
el tedio con monos


De Harvey Pekar, ilustradores varios




American Splendor es un cómic que se publicó desde 1976 a 1987, escrito por Harvey Pekar e ilustrado por grandes dibujantes del genero, entre ellos el brillante R. Crumb.
Pekar nacido de Cleveland es de origen judío, sin embargo, es un norteamericano común y corriente, salvo una diferencia entrañable tiene un peculiar estilo para describir el vacío estadounidense.
Pekar puede ser clasificado como el mediocre inconforme o el talentoso de espíritu plano, sus historias no tienen ningún matiz, todo lo ve con cierta lejanía y desaprensión que pareciese estar dictando datos a otra persona.
Sus relatos aunque interesantes carecen de emociones, Pekar les ha quitado toda posibilidad de decoro, refinamiento estético, no son didácticos, y hay una monotonía en sus temas que termina convirtiéndose en algo intenso y poderoso.
Su personaje, que es el mismo, vive en un suburbio, tiene un trabajo de paga regular en el gobierno (organiza archivos en un hospital), divorciado dos veces, es tacaño hasta el exceso, no bebe mucho y prefiere no salir con los amigos, visto desde cualquier ángulo es un miserable, un alienado de sus tiempos. Se mantiene fuera de todo comentario común, en el la cuestión es si vale la pena cambiar, intentar ser otro, comportarse de otra forma, la respuesta es que en su caso eso es imposible.
Al obtener cierta fama percibe que la gente sigue mirándolo igual, el se siente distinto, ha publicado artículos en la sección editorial del periódico local, tiene un cómic que publica por sus propios medios y que poco a poco ha logrado cierto prestigio, incluso una de sus historias fue publicada en el New York Times, aun así, la gente lo sigue calificando de solitario y tacaño, para Pekar eso es solo signo de que los talentosos no la tienen fácil en este mundo, y que importan mas las relaciones publicas, el tener mas dinero, es más fácil que cualquier imbecil sin talento se haga rico a que un pobre talentoso se haga famoso.
Pekar es egoísta, todo sufrimiento existe cuando es propio, el dolor de los demás no importa, sufren por ignorantes, no tienen metas en la vida, no se exigen nada a ellos mismos, en su juventud Pekar fue un enfermizo coleccionista de discos de Jazz, su sueldo lo dividía en renta, comida y discos, eso era todo, después consiguió hacer reseñas para una revista de jazz, pero se harto de que solo le mandaran reseñar basura, su esposa le reclama que es un egoísta y además un inconforme de lo peor, esto sucede un día en que Pekar sale de compras al super, la mujer le encarga café, al regresar el cartero le entrega un paquete de discos, la misma basura que ha reseñado en años.

Hace años sufrías por que te dejaran publicar algo, ahora que lo has conseguido te la pasas quejándote, eres demasiado exigente contigo mismo, hay gente mas jodida que tu y sacan provecho de lo que tienen, y tu? tu no, cada día te enfrentas con inseguridad al mundo, te preocupas por todo-
-Si ya lo se, tengo mi salud y debería de estar feliz con eso, pero no es así como funciona conmigo, yo se lo que quiero escribir, ya se que tengo que disfrutar el mundo, mira es un día hermoso y yo aquí rechinando los dientes-
-y el café, se te olvido verdad, ya se que me vas a decir que no estaba en la lista de compras, por eso mismo te pedí que lo trajeras, eres un egoísta, solo piensas en ti mismo, jamas te preocupas por los demás, solo andas pensando en como los editores conspiran contra ti, eres tan intransigente que no eres capaz de esperar una hora mas para ir de compras, imbecil-
ok, lo siento, voy por el, ok-


La tira termina con este cuadro terrible donde las miradas son expresivas, en ella hay coraje, en Pekar cansancio, tedio, un tedio infinito.
Pekar es el hombre angustiado por que en realidad nada lo angustia, compra ropa usada, se alimenta con cereales y comida enlatada, no es feliz en su casa pero esta comodo, llega a pie a su trabajo, nunca coopera cuando en el trabajo quieren festejar a alguien, su pais le causa un emoción plana, casi inexpresiva, un estado distinto de conciencia, ni siente rechazo, ni repudio o compasión, no siente nada, se siente a el mismo, es un antinorteamericano completo. Un individuo ajeno al sentir nacional.
Pero hay reclamos, ese vacío para Pekar debe ser causado por alguien o algo externo, en otra tira se ilustra un largo monologo sobre una situación desesperada: tiene en su casa cajas llenas del ultimo numero de su comic, no haya como venderlas, las tiendas de su amigos ya tienen suficientes, así que habla al New York Times, meses antes le habian publicado una tira, asi que trata de convencer al editor de que alguien haga una reseña sobre su trabajo, todo se queda en veremos, la esposa del editor parece interesada en el trabajo de Pekar, pero no quiere arriesgarse a reseñar un cómic, la revista tiene demasiado prestigio, Pekar decide mandarle una carta grosera a esta mujer, pero un compañero de trabajo lo convence de no hacerlo

Para que, se van a reir de ti, esa carta si la leerán todos y solo atinaran a reírse, a decir que eres un mediocre rencoroso, déjalo asi-
-y si, así lo deje, ahora cada vez que alguien me hace una chingadera como esta de dejarme esperando y hacerme promesas que no van a cumplir, solo me queda hacer una cosa, hacer una tira como esta para desahogarme


Las historias de Pekar suceden en su oficina, en el parque, en el estacionamiento, a veces en su apartamento y en otras ocasiones en la calle, es raro ver algo de cinismo, salvo en una tira donde un amigo pobretón de Nueva York va a visitarlo, es una ostra, llega siempre a la hora de la cena o de la comida, Pekar le dice que es imposible que se quede con el, el amigo se queda con un familiar pero lo corren a los cinco dias, el amigo esta indignado, llama a Pekar y lo invita a comer

-Mira, pues yo ya comí, porque no mejor me compras tres dólares de verduras y latas y me las traes a la casa, es lo mismo que si me invitaras una comida- le dice Pekar
el amigo vuelve a llamar y le dice que si lo acompaña al super para comprar lo que le haga falta.
Pekar va acompañado de su esposa e insiste con lo de las verduras
-oye mi amigo, mira no traigo tanto dinero, mi familiar e hecho de casa, y sabes una cosa, todo el tiempo que estuve con el tuvo el refrigerador vacío, y ahora que volví por mis cosas en la tarde ya lo tenia lleno, un miserable-
-vas a comprarme las verduras si o no?- le pregunta pekar
-solo traigo un dólar, si quieres te lo doy-
-esta bien- dice Pekar
Toma el dólar y en eso llega el amigo con el que se quedara el lastre de Nueva York, se despiden y cada pareja para su casa
-vaya que costo trabajo sacarle ese dólar- dice Pekar feliz por única vez en todo el libro.


En sus historias no hay magia, nada divino, nada fantástico, todo es decepción perpetua, la condena de lo uniforme, en una ocasión le ayudan a un amigo a llevar una enorme alfombra amarilla, la alfombra esta mojada, ha llovido, apesta y fácilmente se nota que es mas grande que el piso de la sala de su amigo, pero este insiste en que podrá usarla, la dejara secando y la pondrá en su sala.
En la siguiente tira, el amigo le cuenta de una ocasión en que borracho y sin dinero acepto el aventón de un viajero, se encuentran el cadáver de una ballena pequeña, están emocionados, así que deciden subirla al techo del auto y llevarla a casa, para subirla al auto, era como esa alfombra amarilla que nos hizo batallar tanto-

-y a todo esto, que paso con la alfombra, la pusiste en tu sala- le pregunta Pekar
-no, la tire, olia a rayos, tuve que tirarla, por eso me acorde de a historia de la ballena-


Pekar no retrata al artista preocupado por la religion, la sociedad o el arte, sino al individuo que sueña con sobresalir haciendo solamente uso de un talento limitado, de una conducta prácticamente esteril, Pekar presenta por fin al artista medio de una ciudad pequeña, al artista que no se exige nada, que no quiere arriesgarse a perder la comodidad y la seguridad que le da una vida plana pero satisfactoria, el artista con bastante talento pero detenido por el miedo al vacio en el que ya vive.
Alguien como nosotros: opacos en todo nuestro esplendor.

Tuesday, August 12, 2003

Dos postales norteamericanas


Miedo y asco en las vegas


de Hunter S. Thompson


Esta novela publicada en 1971 y escrita originalmente para Rolling Stone bajo el seudónimo de Raoul Duke es el viaje y estancia de dos personajes a los que caracteriza una solo adjetivo: el vértigo.
Sumergidos en altas dosis de todas las drogas posibles de aquellos tiempos, el escritor narra el exceso a una velocidad paranoica en una ciudad donde las luces y la noche son parte de una fantasía nacional: el perdedor que regresa millonario del desierto.
Mandado por un periódico el Duke y su abogado rentan un convertible rojo el cual va cargado de drogas mas alla de lo permisivo: Mezcalina, LSD, éter, güisqui, tequila, mariguana y un salero con cocaína, solo tiene que ir a cubrir una carrera de motocicletas el Mint 400 y como propósito personal van a la búsqueda del sueño americano.
Todo el viaje es una alucinación progresiva, la sobriedad casi inexistente es a mi parecer lo único que cierra los capítulos. Desde que drogados van a rentar un auto de lujo hasta que el duke regresa a Nueva York todo es un exceso, un hiperrealismo de Norteamérica.
Los diálogos y las historias que ocurren en las mentes de estos dos hombres, no pueden ser otra cosa que ocurrencias de un par de mitómanos maniacos.
Casinos llenos de animales sobre el techo, lobbys de hotel con personas con caras de pájaro y colas de lagarto, turistas buitres devorando las entrañas de otro.
El abogado de duke es tal vez el mejor abogado que pudiera tener un drogadicto:

Como tu abogado que soy, te recomiendo que le entremos a la mezcalina primero.
Como tu abogado que soy sugiero que busquemos una droga distinta
Como tu abogado te aconsejo que no digas nada y te metas un ácido, te mantendrá con la boca cerrada


El uno trata de sobrevivir al otro, por lo demás, tienen la idea de que alguien los persigue, en una ocasión el abogado decide quitarse la vida, pero le pide a Duke que le ayude, quiere que le ponga una canción en el grabador y al momento en que empiece el coro lo deje caer en la bañera llena de agua, es obvio que el radiograbador está conectado a la corriente eléctrica, Duke tiene sueño además de que su abogado lo amenaza con una navaja, así que no se hace mucho del rogar, busca en el baño algo que tenga el mismo peso, encuentra una maceta pequeña, cuando empieza el coro la lanza a la bañera, el abogado se retuerce en el agua un buen rato cuando se tranquiliza le dice a Duke

Cabron, me mataste, esto no te lo voy a perdonar nunca-
hasta mañana- dice duke y cierra la puerta al salir del baño


Terminan de cubrir la carrera de motocicletas, casi a punto de irse les encargan otra misión, cubrir el congreso de la policía antinarcóticos, sudan frio, pero se quedan, la congregación de 200 policías es el lugar mas apropiado para esconderse con un carro lleno de drogas.
En la novela todo pasa tan rápido que la secuencia de las cosas no tiene ningún sentido, el abogado se va, regresa con una chica que esta obsesionada con Barbra Streissand: el cuarto de hotel esta lleno de cuadros y dibujos de ella que la chica realiza, la drogan, la dejan en un aeropuerto semi-inconsiente y piden al personal del aeropuerto que la instalen en otro hotel, vuelven a sudar frío cuando ella los busca por teléfono, imaginan el juicio contra dos depravados caníbales y drogadictos

Al momento que ella dijera que después de tomar el ácido por primera vez no recuerda nada, no será necesario que lo diga o que se esfuerce, el jurado se imaginaria el dolor y la vergüenza de una chica pueblerina al que dos hombres le introdujeron el pene por todos los orificios imaginables, y eso no seria lo peor, porque inmediatamente estarían pensando que otros objetos son útiles para ultrajar a una mujer


Asisten a la primer conferencia, se aburren de inmediato con las películas realizadas por la policía "no tiene la menor idea" de lo que hace la droga, van al bar y le cuenta a un policía del sur lo que sucede en Los Angeles: hay una nueva droga que se hace a base de sangre humana, preferentemente de mujeres y niños, ves a los drogadictos correr por la calle con la cabeza de alguien
Mas tarde el abogado a conseguido una droga peligrosa "Adrenochrome"

-Solo necesitas un poco, esa droga hace que la mezcalina parezca cerveza de jengibre- dijo mi abogado
los efectos comenzaron de inmediato, sentía como si cuerpo estuviera conectado a un enchufe de 220 voltios


Luego se ponen a platicar sobre los efectos de un toque o aspiración de un poco de glándula pineal:

Una dosis ligera de esa cosa te inflamaría la cabeza como una sandia, te convertirías en algo que no existe en la enciclopedia medica, subirías 100 libras de peso en solo dos horas, uñas y verrugas sangrando y de pronto notarias seis tetas peludas saliendo de tu espalda


Al momento de platicar esto Duke siente lo terrible del "Adrenochrome" la lengua como magnesio ardiendo, parálisis total, no puede ni mover los ojos, tiene las rodillas topándose una con otra

aguanta-dice el abogado- aguante, la primera vez es terrible, pero trata de dominarlo, déjalo salir, mira nada mas como tienes la cara, parece a punto de explotar, si te aventara a la alberca te hundirías como una pinche piedra


Todo en la novela se ve claro entre la turbia niebla de las drogas, los excesos pueriles de estos hombres se ven borrados por la devastadora alucinación del sueño americano, para no perder el vuelo del avión se meten en la pista de despegue en el convertible, no pasa nada, nadie los persigue o los detiene, el abogado toma su avión y entonces Duke empieza a tomar conciencia del asunto: todo lo que han hecho es común en las vegas, no han cometido ningún delito, a pesar de una historia conocida por duke: un joven turista que termino encerrado siete días en a cárcel solo por pasear en el lugar equivocado, en su cabeza solo existe esa idea: terminar en la cárcel por posesión de drogas y un arma, por destrozar el cuarto de un hotel, entregar un convertible casi en pedazos. Pero al final, Duke comprende que no ha hecho nada ajeno a la actividad diaria de las vegas, es tanta la gente, tan oscuras sus intenciones y mas oscuras aun lo que hacen al no lograrlas que lo que ellos dos hicieron no es nada, pasaron desapercibidos en su propia pesadilla.
Así hubiera gorilas que arrancan la piel de la nuca con sus propios dientes, así hayan pedido 400 barras de jabón transparente y cosas de ese tipo y dejar una cuenta de 8, 500 dólares o mas (hacer cuentas le resulta imposible), asi hayan casi estrangulado a una recamarera, manejado borrachos por la Interestatal, no han cometido ningún delito grave. Ese es el sueño americano. Eso es las vegas, el miedo y el repudio.

Yo pensaba que mi padre era Dios


de Paul Auster


Este libro me pareció atractivo desde que oi su origen:
un director de una estación de radio le propone a Auster escribir cuentos para ser leídos en un programa de radio, la pura idea le causa pánico, pero la esposa del escritor le resuelve el asunto. Porque no pedirle a la gente que escriba sus historias y leer las mejores en el programa, la única condición era que fueran verdaderas. Llegaron cerca de cuatro mil y se transmitieron por radio, de esa cantidad Paul Auster eligió cerca de 280 para el libro.
El libro visto de manera fría arroja datos interesantes: todos los norteamericanos escriben igual, al parecer las clases de composición dejaron algo.
Después viene el dato sobre los temores de los norteamericanos, en las mujeres la muerte de un hijo, la muerte del esposo, luego el divorcio, la bancarrota y al final la desintegración del hogar. En el hombre primero esta la bancarrota, la muerte, después el divorcio, la muerte de un hijo y al final la desintegración familiar.
Tambien es interesante lo que ocupa sus memorias: la guerra y la depresión económica, gran parte de las historias tiene que ver con la guerra, incluso hay dos de la guerra civil, y termina con la guerra en el golfo, las otras historias de gente mayor tienen relación directa con la depresión de 1929 o con la que ocasiono la post-guerra.
El libro esta dividido en las siguiente partes: Animales, Objetos, Familias, Bromas, Extraños, Guerra, Amor, Muerte, Sueños y Meditaciones.
En conjunto las historias son planas, esto no es tanto una cuestión de estilos, el factor que influye en esto es sin duda la persona que las selecciona, se nota en ellos los gustos y los temas de Auster: el destino, la desgracia, las casualidades, el humor real y urbano.
El libro comienza con el testimonio de una mujer de Oregon que ve a un pollo caminar por su barrio dando vueltas en ciertas esquina y pasando de largo otras como si el pollo conociera el camino, el pollo llega a su casa (la del pollo). Gran historia.
Le sigue una historia donde un perro descubre a su dueño que anda en la calle con otros miembros de su club: El Ku Klux Klan.
En objetos hay una historia cruel, la de una chica que desde niña tuvo el mal habito de perder cosas, el mismo día que le habían regalado un traje de invierno extravió la gorra, su padre esa misma tarde quiere tomarle unas fotos con el traje completo, juegan y bromean mientras el padre le toma fotos e insiste en que se ponga la gorra, la niña pone la excusa de que la gorra no le gusta (sabe que la perdió desde que su padre pregunto por ella) Su padre ríe a carcajadas, saca la gorra de su abrigo y le da una bofetada

-Espero que desde ahora dejes de ser descuidada y dejes de perder las cosas- Me dijo mi padre
Soy una mujer grande ahora, y sigo perdiendo las cosas, lo que mi padre me dejo ese día no fue una lección de responsabilidad. Aprendí a no confiar en su risa. Por que incluso su risa podia herirme


Hay historias largas, cortas, gran parte de ellas aburridas, pero las hay interesante e intensas, como la del joven vendedor que le da un aventón a otro en su camioneta, en una de las tantas veces que se detienen el otro chico le dispara tres veces en la cabeza para robarlo, pero el joven no muere, antes de eso se había portado muy bien con el, comieron, cenaron y todo pagado por el joven samaritano, cuando este le pregunta porque le ha disparado... tres veces. El joven ladrón le contesta:

porque nadie antes había sido tan bueno conmigo, ahora tengo que matarte, no te puedo dejar ir, si lo hago iras con la policía


El joven le pide un favor, que lo deje cerca de un hospital y que se lleve todo lo que le pertenece, solo que tiene que prometerle algo: no volver a dispararle a alguien.
Las historias van pues de lo mas sentimental a lo asombroso, de lo terriblemente aburrido a lo llanamente norteamericano, historias incluso que suenan falsas y parecen mas mitos que verdad, dos ejemplos:

Durante un descanso en la guerra de corea antes de la proyección de una película un soldado es muerto por un disparo, solo por curiosidad el que narra la historia le pregunta al proyeccionista que película iba a poner, este responde con seriedad: Un disparo en la oscuridad.


En otra historia que sucede a finales de la segunda guerra mundial

el capitán de un regimiento les notifica que falta una misión, que sera peligrosa, pero que si alguien quiere puede renunciar e irse a su casa esa misma mañana, uno de ellos decide hacerlo, todos quieren hacerlo, pero solo uno acepta la oferta. La misión se cancela y el barco que lleva a este hombre es bombardeado, todos mueren.


La mayoría de las historias tienen que ver con una tradición sentimental norteamericana que hemos visto en casi toda su cinematografía didáctica, no hay espacio para el cinismo o el humor, todo es tan simple en el libro que a uno le dan ganas de irse a vivir en ese país, hasta la desgracia es tierna, no hay nada grave, hasta los reos son tiernos, creo que Paul Auster aposto por esto en todo el libro, buscar carne y sangre donde todo se ha llenado de plástico, las mejores historias a lo mucho tienen mayor calidad que las que uno lee en Selecciones de Reader’s Digest, de hecho la historia que da titulo al libro es bastante sosa

En el barrio hay un señor muy amargado, tiene unos arboles de manzanas, cuando caen en la propiedad de los vecinos va y les reclama sus manzanas, en cambio cuando un balón o un pelota cae en su patio no nos permite entrar por el, y alega que todo lo que cae en su patio es de su propiedad, y que si reclama las manzanas es por que las da su árbol. Nadie discutía con él.
Hasta que un día que tomamos unas manzanas que cayeron en el suelo y que comenzó a regañarnos mi padre salió de la casa y le dijo que nos dejara en paz, que era un tipo insoportable y que merecía estar solo. El hombre amargado no dijo nada, y en ese momento yo pensé que mi padre era Dios


Dado que el libro no se podía llamar "Mi vecino era un pinche pendejo, Auster optó por tomar el de esta historia pues es sórdido y atractivo
Estamos pues ante un libro solo para personas que tienen un rescoldo de buena conciencia, de emociones aletargadas, y la idea de leer libros para aprender o encontrar algo, el sentimiento que recorre este libro va rebotando de la cursilería más ramplona, al heroísmo y peor aun, a el amor a una patria que no les ha dado mas que una historia que contar, o que contarle a Paul Auster.
A fin de cuentas el libro resulta la terapia mas económica para un país hundido en lo superfluo y material, en ese sentido el libro resulta de lo mas emotivo que se ha escrito en ese país en muchos años, destaca la calidad de los escritos por que ninguno de ellos tiene la pretensión de tenerla, pero conforme pasan las historias los lugares comunes abundan, el vocabulario para expresar los sentimientos es limitado y peor aun, es el darse cuenta que la variedad de experiencias emotivas que puede uno tener en Estados Unidos tambien es limitada, el capitulo sobre los sueños es el mejor ejemplo, de los quince relatos solo dos resaltan:

Un hombre sueña que maneja en una autopista que desconoce pero sabe cual es, frente a el pasan brazos, piernas y torsos destrozados que el va atropellando, al despertar escucha en el radio que un hombre atropello a otro en la autopista que el soñó



La otra historia se refiere a un hombre que narra un sueño de su padre que trabaja en una tienda departamental, su padre vuela en el sueño oprimiendo el botón de su pluma retráctil, lo que el hombre narra en su historia es la felicidad que le causaba a su padre contar ese sueño, a tal grado que se lo contagia, el hijo tambien sueña que vuela, pero no dentro de una tienda, sino en lugares abiertos, entre paisajes idílicos y tranquilos, y este hombre al final dice que su padre ya no recuerda su sueño, pero el le agradece el hecho de que lo compartiera con tanto entusiasmo que lo considera como la mejor de herencia



Los demás relatos sobre el sueno tiene que ver con soñar la muerte de alguien y confirmar el sueño días después.
A pesar de lo ligero, de lo carente de juegos narrativos el libro es denso, lento y farragoso, sus 377 paginas no pueden leerse con la velocidad que uno quisiera, a mi me resulto imposible leerlo en desorden, casi todas las historias comienzan igual: una descripción del lugar o de la época, luego un breve vistazo a la situación personal y al final el relato.
Sin embargo el experimento es sano, tal vez en un futuro Paul Auster tenga la brillante idea de buscar la colaboración de otro para seleccionar las historias.
Si en México se hiciera un libro similar creo que tendría mas paginas, las historias se confundirían y seria imposible dividirlas en 10 temas, la mayoría de las historias carecerían de ternura, pero serian creíbles, creo que el titulo del libro seria: Yo pensaba que mi padre... era mi padre.

Cielo e infierno inyectables


Trainspotting


de Irvine Welsh


En México todo pasa al revés, primero la película, después la obra de teatro y por fin el libro azul de anagrama con una foto de la película (no se vayan a confundir los gilipollas) en nuestro queridisimo sanborns. La compre y me di cuenta que la película era apenas un trazo adolescente hecho a partir de una novela terrible.
Lo que en las películas es cómico en la novela es trágico, lo que es trágico en la película en la novela solo es algo mas.
Welsh por lo que se ve es un escritor miserable y que gracias a esta virtud sale a la luz con un libro distinto, fácilmente se puede caer en el prejuicio de que la literatura irlandesa solo es posible si se parte del vicio, otra novela Irlandesa, La cenizas de Angela de Frank McCourt, escrita al parecer en 1996 (tres años después de Trainspotting) habla de lo mismo: el vicio en Irlanda, pero a diferencia de Welsh, McCourt no exalta al vicio ni a los viciosos, y solo por eso creo que obtuvo el Pulitzer, de esta novela hablare después, solo la cito, porque considero que Welsh tampoco exalta al vicio ni al vicioso, mas bien lo transcribe, lo recrea, y ese vacío es el que hace a la novela importante.
La novela, aunque suene obvio es mas cruel y mas severa en comparación con la película, no hay estetica, no hay depuración de los personajes, estos brevemente dibujados son hasta ahora los mejor descritos, me explico: a pesar de que uno al leer la novela lo hace pensando en las caras que vio en la película (el mismo Ian Carlyle alias begbie en la película es el padre alcohólico en Angelas ashes, gran coincidencia) estos personajes se van desprendiendo de esa imagen vista con anterioridad: son peores o mejores según el sentido que se les quiera dar: begbie no es tan viejo, ni Spud tan tarugo, Sickboy tiene mas carácter y Trent en la novela no es ese chico iluminado por cierta luz de razon e integridad, es otro hijo de la chingada, tal vez el peor de todos.
Algo que me sorprendió es el carácter de seropositivo de Trent, casi enfermo de sida pues, el sida es tratado con total desfachatez, casi con orgullo, la palabra precisa es cinismo, Trent asiste a un grupo de autoayuda, donde el coordinador les dice que la muerte esta en todos lados, que hasta la persona mas sana puede morir en un accidente o de un paro cardiaco

Claro, eso lo dices tu hijo de puta, como se ve que no eres tu el que tienes a la muerte bajo el pellejo


Ahí sucede otra escena, encuentra a un tipo que detesta y que tiene un hijo con una vieja amiga de ella, Trent logra la confianza de esta chica y termina cuidando al niño mientras ella trabaja, cuando este tipo esta en las ultimas Trent lo visita y le muestra unas fotos de su hijo desnudo atado a una silla y ensangrentado, las fotos obviamente son un vil montaje, pero Trent quiere hacer sufrir a este tipo antes de matarlo, pues eso es lo que hace, asfixiarlo con su propia almohada en el hospital.
Spud no es un imbecil es un tipo con pésima suerte, en una ocasión una chica que ha tenido sexo con todos le dice:

Quiero perder contigo mi virginidad culera


Es decir, que nunca le han dado por el ano, ata a Spud a la cama, pues no quiere que la lastime, pero en vez de encontrar vaselina encuentra vick.
Otra de las terribles travesuras de Trent es tener sexo con la viuda de su hermano embarazada

...y ya me veo metiéndola en la boca del feto. Vaya concepto, una follada y una mamada simultaneas. Me atormenta. Dice que una follada es buena para un infante nonato, les hace circular la sangre o alguna mierda de esas. Lo menos que puedo hacer es interesarme por el bienestar del bebe


Trainspotting no glorifica el vicio, la novela al contrario de la película no deja al lector con ganas de salir a inyectarse lo primero que se encuentre, de hecho en la novela hay un tipo que se inyecta güisqui, según la novela ese viaje es de lo mejor, lo malo es que uno termina con sangre saliendo de los oídos, los ojos y la nariz y fin del recorrido.
Lo que dice Welsh en su novela es muy claro: no es el vicio lo que envilece, uno es vil con vicios o sin vicios, el único de los personajes que no se droga es begbie que mantiene su integridad bebiendo güisqui y cerveza y golpeando a personas mas débiles que el (incluyendo a su esposa)
Creo que por ahí va la vena hinchada de Welsh, al final de la novela Trent decide en total sobriedad, con casi nada de droga en sus venas chingarlos, a esos tres, sus amigos de toda la vida, con los que ha estado en las malas y en las peores, pero lo hace conciente de que de esos tres, dos de ellos harían lo mismo si tuvieran el corazón tan negro y tan iluminado por su propio egoísmo, esa certeza, la de saber que begbie y sickboy son capaces de hacer lo mismo es lo que lo salva y lo que lo hunde como persona.
No es el vicio, es uno, ni siquiera los amigos cuentan, cuando uno es otro mas viendo pasar los trenes en los que huye otro hijo de la chingada como nosotros con nuestro dinero.

Tuesday, August 05, 2003

Dos cuentos con hijo:

Vías de ferrocarril en mi espalda, de Akira Yoshimura
y Desea hacer otra transacción?, de Mauricio Birmajer


Me gusta leer cuentos, y por lo general prefiero los cuentos cortos, a lo mucho 12 paginas, a través de los años mis preferencias han ido cambiando en relación al tema, por mucho tiempo me gustaron los cuentos donde intervenía un animal, después mostre bastante interes sobre los personajes adolescentes, en especial en los cuentos de Cortazar, y hasta hace poco leia con agrado los cuentos sobre escritores, jóvenes, viejos o maduros, y por estos dias me agradan los cuentos donde el personaje del hijo juega un papel importante.
Hace poco adquiri el libro de cuentos Historias de hombres casados del argentino Mauricio Birmajer, lo lei como acostumbro en total desorden, el libro es bueno, pero el cuento con el que cierra el libro es uno de los "imperdonables" es decir uno de los que deben leerse, deja un desasosiego profundo y sin respuestas, tratare de resumir el cuento:

Un hombre que repara electrodomesticos pierde a su hijo único en un accidente que sufrió el camión escolar, su hijo es el único que muere con la cabeza destrozada por la única lampara que tiene el camión, el cuento sucede a un año de ese fatal accidente.
El hombre se topa en un cajero automático con un amigo del secundario, hacen una cita para comer y ahí el amigo le presenta a una mujer mayor como su esposa, el amigo al final lo invita a un asado el fin de semana en su casa de campo "van a ir todos los del secundario"
Por esos días el personaje recuerda una anécdota, durante un examen una chica que le gustaba le pide una respuesta, es una fecha: 1475 por decir algo, que el escribe en un papelito y lo lanza hacia ella, al final del examen la chica le reclama por no haberla ayudado.
Al mismo tiempo un chico que tiene la edad que debería tener su hijo si estuviera vivo le lleva un radiograbador para que lo repare, y si es posible que repare tambien el casete que esta atorado en el tocacintas.
El hombre asiste a la fiesta y ahí se encuentra a la chica esta que sigue siendo bella a pesar de los años, resulta ser la esposa del amigo con el que comio hace unos dias, el cree que es una broma, pues aquel dia el le presento a una mujer mayor como esposa. Esta mujer mayor vive a un lado de su amigo, el personaje no entiende nada, el lector tampoco, asi que decide platicar con la chica.
La chica le cuenta que desde el secundario ha estado enamorada de su amigo, pero por circunstancias de la vida jamas pudieron unirse, hasta que un dia ella probo con el cajero automatico, como? le pregunta el. Muy sencillo, contesta ella, cuando el cajero te pregunte si deseas hacer otra transacción hazla mentalmente y ya. El personaje duda un poco, pero luego recuerda los posibles números que teclea su amigo en el cajero 1475, no puede ser otro. Ella se lo comprueba, saca de entre sus cosas un papelito amarillento con el numero escrito, pense que nunca lo habías recibido le dice. Te mentí. Contesta ella.
Durante el viaje de regreso el hombre va pensando muy en serio lo que la chica le dijo, al llegar a la ciudad va al cajero, consulta su saldo y cuando el cajero hace la automática pregunta, el pide algo mentalmente.
Al otro dia en el taller termina de reparar la cinta averiada, con curiosidad la pone en el grabador y comienza a escuchar algo asi:

Prefiero grabarles mi voz, las cartas tardan en llegar desde aquí donde estoy, además, prefiero las grabaciones, porque así, pueden ustedes entender de lo que les hablo, por ejemplo si les digo que ya esta el agua del te, o que hay un vientecillo sobre mi ventana, ustedes podrán escucharlo- aquí la cinta dura un poco sin audio y después la voz regresa cambiada, es como la voz de un niño- todavía siguen saliendo a la terraza a comer los domingos? Siguen paseando en metro los sábados por la mañana, me gustaría saber que siguen haciendo las cosas que hacíamos juntos aunque yo no esté, espero verlos pronto- y se acaba la cinta.


El hombre vuelve a poner la cinta desde el inicio pensando que desea más que nadie que el chico que llevo el radiograbador pase a recogerlo. Fin de la historia.
El cuento es mejor que esta explicación sosa, tiene una atmósfera grave, la misma supongo, que se tendría a un año de perder a alguien tan querido como un hijo, tambien aparece la esposa que desde la muerte del hijo duerme en otro cuarto, esta el pensamiento de este hombre lastimado que además es el narrador, es un cuento que casi cae en el genero fantástico, pero todo su desarrollo se da dentro de una normalidad densa y monótona, el cuento debe acabar ahí, sin final, con conclusiones propias, con los deseos de cada uno de sus lectores.

Vías de ferrocarril en mis espalda es un cuento que encontré en Antología de la narrativa japonesa de posguerra, de premia editora 1989, lo compre en 1998 y apenas comencé a leerlo por estos días.
Trata de un hombre con su esposa embarazada y un hijo de dos años y medio. El hombre hace 12 años fue operado de una lesión en el pulmón, para esto le fueron removidas cinco costillas por la espalda y se le receto ingerir polvo de huesos, según el doctor eso le ayudaría a regenerar sus costillas.
Un día su mujer regresando de su consulta con el dentista le comenta que vio en una revista la foto de unos besugos nadando sin carne y sin piel, el puro esqueleto.
El hombre sale disparado hacia el consultorio y encuentra la revista, según ella, un cocinero sabe como cortarlos para que eso suceda.
Aquí el personaje comienza a realizar extrañas relaciones entre las costillas que le sacaron y los huesos de estos besugos nadando sin carne, recuerda que después de mucho insistir el cirujano le dejo quedarse con una de ellas, la cual a veces depositaba dentro de una pecera, estos recuerdos lo vuelven irritable por algunos días hasta que la mujer una noche le entrega el dinero que han ahorrado.
Sin mucho insistir el toma el tren en busca del cocinero, durante el viaje piensa en su hijo de 2 años y medio, el único al que le interesa su cicatriz, pues hace diez días en un baño publico el niño le dice al señalársela nin-go-go, al otro dia al ver el televisor el niño al ver el shinkansen (tren bala) volvió a gritar esa palabra, nin-go-go significaba tren.

Pero al balbucearlas una y otra vez, mi niño hacia extraños movimientos. Al principio frotaba afanosamente mi espalda con la palma de su manitas, luego movía la pequeña yema de sus dedos de arriba hacia abajo trazando líneas curvas en un lugar fijo, en el sitio donde, precisamente, tras el corte del bisturí había quedado una cicatriz de mas o menos treinta centímetros de largo. Era evidente que había relacionado los meandros de mi cicatriz con las vías del tren. Lo que restregaba con la palma de sus manos era la rara línea que quería borrar de mi espalda, y la yema de su dedo que la recorría era un tren


El tipo llega al lugar, pide los besugos y después de esperar un rato aparece un anciano con la bata de cocinero, el viejo coloca sobre los ojos del besugo un paño rojo, le arranca la piel por ambos costados y lo lanza al agua contenida en una pecera, el viejo toma otro besugo y realiza lo mismo

-señor,- alguien me hablaba, levante la cara, el anciano de piel manchada parpadeaba:
-no los mire de esa forma-me pidió con voz ronca. Su rostro inexplicablemente, enrojeció de servil vergüenza...
Con una sonrisa sarcástica, volvía a mirar el interior de la pecera. ladeándose levemente los peces iban ascendiendo. Flotaban en la superficie con la cola hacia arriba, y nuevamente como si tuvieran un recuerdo, bajaban de nuevo, repitieron estos movimientos muchas veces hasta que finalmente se pusieron de costado y empezaron a temblar en la superficie. Sabia que mi cara tenia la misma expresión indigna que la del anciano, y observaba con ojos ansioso los huesos translucidos de los besugos que flotaban en la superficie


Al regresar del viaje su esposa le comenta que en el baño publico el niño decía hasta la desesperación la palabra nin-go-go, que significa le pregunta ella.

Estire un brazo y apreté la manita que salía del cobertor. En la cara dormida de mi hijo reinaba una gran tranquilidad. Era un reflejo de su confianza en mi como padre y en mi mujer como madre. para salir de viaje había juntado el dinero que había en casa y me lo había gastado todo, realmente. tenia yo derecho a ser su padre? Me di vuelta y solté su mano.
El sento (baño publico) abre a las tres. Después de descansar un rato, iré con mi hijo. La cicatriz en mi espalda será su objeto de juego, tal vez el mas adecuado


Y aquí recuerdo que cada vez que enciendo el fuego, o que cocino, la única manera de hacerle entender a mi hijo que el dolor existe son mis cicatrices, esas islas de piel que brotan entre el daño, como única memoria de un llanto infantil, y aquí mismo es donde Yoshimura termina el cuento:

Me cubro con las cobijas y cierro los ojos. Siento mas nítidamente que nunca su brazo en mi espalda. Curvos rieles de hierro. Imagino como por ellos avanza un trenecito a los tumbos y hace chirriar sus ruedas. Mientras ahí, va viajando mi niño.


Los cuentos con hijo me agradan demasiado, obvias son las razones, sin embargo, las causas literarias de mi afección a este tipo de cuentos se dirigen a la cuestión de que el personaje del hijo tiene muchas variantes, los dos cuentos anteriores son muestra de ello, en el cuento de Birmajer el hijo esta muerto y aun así, es el motivo central del cuento, su presencia es absoluta a pesar de que el entorno y el desarrollo del cuento parezca en ocasiones ser ajeno a esto, en Birmajer el hijo es una ausencia terrible, esas ausencias que se cargan durante toda la vida, y que afectan todo lo que al personaje vivo decide hacer: sus pensamientos, sus decisiones, su conducta y sobre todo su concepto de la vida. Pero a pesar de todo, en el ultimo momento Birmajer apuesta por la esperanza y la redención, el cuento no termina, y eso para el lector es suficiente.
El cuento de Yoshimura utiliza al hijo como accesorio, como vinculo con los actos, algo hay de remordimiento en el personaje, y todos sus elementos se relacionan con la idea de pertenencia, los símbolos aunque inusuales encajan perfectamente: las costillas perdidas, los huesos de los besugos, la cicatriz y la caricia del hijo, incluso el tren, las vías del tren, el baño publico, la dentista, solo a través de una historia sencilla Yoshimura puede reunir tal cantidad de objetos sin relación alguna y lograr una reflexión sobre lo irracional de nuestras obsesiones, Yoshimura habla entonces de nuestro egoísmo frente a los hijos, los raros impulsos de cada ser humano, y lo hace usando la figura del viaje, el desgaste y el retorno, el volver a la mano de su hijo, a esos huesos pequeños ajenos que llenan el hueco de su espalda y de su espíritu.